Con una serie de propuestas para sumarlas a la iniciativa de reforma del Código Penal del Estado de Sonora, un foro organizado por COSAES y el diputado Omar Guillén Partida busca hacer del robo de camarón un delito penalizado con hasta 12 años de prisión.
El profesor Miguel Ángel Castro Cosío, presidente del Comité de Sanidad Acuícola del Estado de Sonora (COSAES), manifestó agradecimiento al legislador porque retomó esta iniciativa que desde hace varios años los productores han esgrimido como necesaria, pero nadie les había hecho caso.
En lo individual y como gremio, expuso, los acuacultores han estado en campaña permanente por la sanidad, la inocuidad y la vigilancia epidemiológica en su producción, de tal manera que los consumidores tengan alimentos sanos en sus meses.
Es por ello que no se justifica por ningún motivo que los ladrones de camarón violen todas las normas sanitarias y se introduzcan a las granjas, armados en algunas ocasiones, para sacar el producto y, al mismo tiempo, contaminar a los animales.
Como se dijo en el primer encuentro con el legislador, enfatizó, además del daño económico, el robo de camarón trae consigo riesgos a la integridad de los productores y a la salud de los consumidores porque los ladrones desconocen los protocolos de sanidad e inocuidad para el alimento.
Y de nada sirve que el productor se esmere en la sanidad de los animales si quienes lo hurta atraviesan drenes o usan artes de pesca contaminados, con pérdidas económicas y de salud como consecuencia.
Guillén Partida expuso que se tendrá que reformar el artículo 308 del Código Penal para establecer penas de entre seis y ocho años de cárcel a quien robe camarón u otras especies acuícolas.
La acuacultura representa para Sonora una actividad económica importante con sus más de 26 mil hectáreas abiertas al cultivo, 63 mil toneladas de producción el año pasado, con valor de seis mil 930 millones de pesos, y una infraestructura con costo de 300 millones de dólares que genera seis mil 654 empleos directos y nueve mil 760 indirectos, dijo.
Los productores pidieron elevar a la acuacultura a rango de producción primaria, que el ladrón de camarones y otras especies cultivadas sea castigado con mayor rigor, así como a quienes le compren el producto robado.
Que el robo de camarón sea equiparable al abigeato y haya una reparación del daño para los productores, manifestaron en otras propuestas.