El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Sonora recomienda el uso de Antibióticos, que la derechohabiencia acuda con su médico familiar y así evitar efectos secundarios ante una automedicación.
El Coordinador Clínico de Educación e Investigación en Salud del Hospital General de Zona (HGZ) No. 2 en Hermosillo, Jorge Luis Santiago Córdova, recordó que la iniciativa de limitar el acceso a medicamentos controlados y entregarlos solo con receta médica, ha ayudado a tener menos enfermedades generadas por la resistencia del cuerpo a esos fármacos.
“Cuando un individuo desarrolla una faringoamigdalitis que no requería antibiótico, que era de causa viral y se le da un antibiótico, la penicilina, indicada cuando no era necesaria, puede generar una resistencia bacteriana, entonces cuando ese paciente tenga un absceso amigdalino o faringoamigdalitis bacteriana y que en verdad requiera la penicilina, por dársela a destiempo se generó resistencia bacteriana y ahora ya no va a ser útil”, explicó.
El médico internista agregó que esa resistencia genera que el paciente requiera de un antibiótico de amplio espectro que son de mayor costo, algo que se pudo evitar con una atención directa de un médico familiar.
El también Maestro en Ciencias dijo que otro factor negativo por uso de antibióticos se genera entre doctores que abren consultorios junto a farmacias y que hacen un uso indiscriminado de esos medicamentos.
Santiago Córdova reiteró que el mal uso de antibióticos es un verdadero problema, ya que no todas las enfermedades infecciosas requieren de ese medicamento, como las virales y solo debe referirse a infecciones bacterianas.
“La mayoría de las infecciones que son motivo de consulta en las Unidades de Medicina Familiar, son las infecciones de vías respiratorias altas, faringitis, faringoamigdalitis, rinitis, otitis”, explicó y afirmó que, en esos casos, sobre todo en menores, se requiere un antiviral, antihistamínico, antiinflamatorio y reposo. El especialista del IMSS abundó que además de resistencia, se han detectado casos de pacientes que después de automedicarse sufren de gastroenteritis severa, neumonía o neuroinfección, como meningitis bacteriana o meningoencefalitis bacteriana.