El realizar actividad física en la oficina trae
consigo una serie de beneficios y aumenta la productividad, ya que se evita
tener una vida sedentaria, resaltó Rodrigo Duarte Gutiérrez, director estatal
de Promoción a la Salud.
Son muchas las ventajas del ejercicio en la oficina, dijo,
desde el punto de vista físico ayuda a sentirse mejor, más cómodos y a evitar
contracturas, además, genera bienestar y contribuye a desarrollar más resistencia
al estrés, aumentando la productividad.
Con el paso del tiempo, agregó, los músculos y las
articulaciones se empiezan a contraer, por lo que aparecen padecimientos como:
dolor de espalda, fatiga visual, agotamiento, cansancio y obesidad, causados
por la falta de movilidad.
“Las condiciones en una oficina, tales como la falta de
movilidad sin poder ir al baño o tomar café, teléfonos que suenan, mails que
llegan, la exigencia de los jefes, el estrés, las tensiones y
responsabilidades, provocan que poco a poco se desgaste la salud”, explicó.
Duarte Gutiérrez añadió que para evitar ésta situación, la
principal recomendación es realizar cualquier tipo de actividad en la cual una
persona se levante de la silla y mueva el cuerpo para descontracturarlo, lo que
estimula la circulación y devuelve la vitalidad.
Además, comentó, se deben diseñar ambientes laborales
enfocados a disminuir los riesgos de la movilidad restringida, las posturas
inadecuadas, la mala iluminación y los ruidos.
“La finalidad es favorecer la relajación, la meditación y los
cambios de postura, principalmente en las personas que se encuentran sometidas
a realizar tareas de repetición constante durante horas”, puntualizó.
Consejos prácticos:
• Evitar atender el teléfono sosteniéndolo con la cabeza, en
caso de que sea estrictamente necesario, tomar una llamada de cada lado, es
decir, cambiar de oído.
• Mover el monitor de lugar para evitar que la vista, la
cabeza y el cuello, se dirijan siempre al mismo lugar.
• Levantarse a cada rato y caminar al menos 10 metros,
preferiblemente realizando movimientos circulares de los brazos.
• Sentarse cerca del escritorio, con la espalda derecha,
completamente apoyada en el respaldo de la silla y justo frente a la pantalla
de la computadora.
• Los pies deben estar apoyados en el piso o en una
superficie adecuada.
• Procurar que se forme entre el muslo y la pierna, aunque
también entre el brazo y antebrazo, un ángulo de 90 grados.
• Ubicar el teclado de la computadora no al borde del
escritorio, sino a unos 15 centímetros para poder apoyar la muñeca.