Todo comenzó como un proyecto cuando éste joven buscaba la forma de sacar a las personas de los semáforos y brindarles una mejor calidad de vida donde pudieran explotar aún más sus talentos, solo que durante el intento el malabarismo lo fue apasionando y ahora siente que esta actividad es parte de él.
Incluso, ahora está seguro que es imposible quitar a las personas de los semáforos, no sólo porque les brinda buenas ganancias, sino porque ese es un gran escenario donde ellos pueden proyectar todo su talento.
“Pero no todo es color de rosa en los semáforos, ya que en muchas ocasiones nos sentimos discriminados por algunas personas y las autoridades, esto debido a nuestra forma de vestir o por la labor que realizamos de manera diaria”, mencionó el malabarista.
Jesús Ignacio Zúñiga Balderrama comentó que cuenta con una carrera técnica y con una licenciatura y aun así prefirió el mundo del malabar ya que gracias a esto ha salido de muchos problemas económicamente y lo ayudan a sacar adelante a su familia de manera diaria.
Así mismo Zúñiga Balderrama le pidió a las personas que no juzguen sin antes conocer, ya que a través del aspecto o la forma de hablar no pueden calificar a una persona, en este trabajo hay de todo, pero si les puedo asegurar que somos más buenos que malos, finalizó el malabarista.
Por Emmanuel Balmaceda