Al rendir su Primer Informe de Gobierno, el presidente Andrés
Manuel
López Obrador aseguró que en nueve meses de gobierno, “es
mucho lo
alcanzado en pos de los ideales de honestidad, justicia,
legalidad y
democracia. (…) Bastaría para demostrar que no estamos
viviendo un
mero cambio de gobierno sino un cambio de régimen y que esto
no ha
sido ni será más de lo mismo”.
“La mayoría de los mexicanos apoya la transformación y están
contentos”, apuntó.
En el Patio de Honor de Palacio Nacional, el jefe del
Ejecutivo
sostuvo que está en marcha una auténtica regeneración de la
vida
pública del país.
Indicó que el Estado cumple con su responsabilidad de
promover el
desarrollo nacional y redistribuir equitativamente el ingreso.
“El fin último de un buen gobierno es conseguir la felicidad
de la
gente. El crecimiento económico, los incrementos en la
productividad y
la competitividad, no tienen sentido como objetivos en sí
mismos, sino
que son medios para lograr el bienestar material y del alma
de la
población”, aseveró.
Ante integrantes del Gabinete Legal y Ampliado,
representantes de los
poderes Judicial y Legislativo, así como gobernadores, expuso
las
acciones y política de la Cuarta Transformación.
Resaltó que a nueve meses de gobierno, cinco de cada 10
hogares están
llegando apoyos de los ‘Programas Integrales de Bienestar’,
mientras
que en las comunidades indígenas los reciben en nueve
viviendas. Se
comprometió a que antes de que termine el año, todas las
familias que
los necesitan tendrán al menos uno de los beneficios.
El mandatario sostuvo que la esencia de la propuesta
económica del
Gobierno de México consiste en convertir la honestidad y la
austeridad
en forma de vida y de gobierno.
“En una frase, el plan del nuevo gobierno es acabar con la
corrupción
y con la impunidad”, remarcó.
Dijo que la nueva política productiva consta de cuatro
acciones
fundamentales: fortalecimiento de la economía popular,
impulso a
proyectos para el desarrollo regional, fomento a la
participación de
la iniciativa privada y promoción de la intensificación del
comercio
exterior y la captación de inversión extranjera.
Destacó la separación del poder económico del poder político
y
reconoció el sentido de cooperación de los empresarios con
sentido
social al invertir, crear empleos, aceptar utilidades
razonables y
pagar sus contribuciones.
Añadió que para este gobierno es fundamental el rescate al
campo,
sector que dijo, es mucho más que tierras para la producción
agropecuaria y forestal.
“Existe en él una forma de vida sana, llena de valores
morales y
espirituales. Regresar al campo significa fortalecer una
identidad
cultural de la más alta calidad humana”, remarcó.
Aseguró que proyectos para el desarrollo regional como el
Tren Maya,
la Refinería Dos Bocas o el Aeropuerto ‘General Felipe
Ángeles’ se
ejecutarán con estricto apego a criterios de sustentabilidad.
El presidente refrendó que mejorarán los sistemas educativo y
de la
salud; de manera paralela continuarán programas de
mejoramiento urbano
y carretero, además de acciones para garantizar el acceso a
servicios
básicos como el de Internet.
El presidente se dijo optimista a pocos meses de cumplir su
primer año
gobernando.
“No tenemos derecho a fallar. Es una dicha enorme vivir en
estos
tiempos para servir a México”, expresó.
Agregó que respeta las protestas legítimas y los reclamos de
los ciudadanos.
“Hay quienes se oponen al cambio verdadero y están nerviosos
o incluso
fuera de quicio. No han podido constituir un grupo o facción
con la
fuerza de los reaccionarios de otros tiempos. (…) Están
moralmente
derrotados”, comentó.
Cabe destacar que esta es la tercera ocasión en la que el
mandatario
rinde cuentas al pueblo de México, ya que al cumplir los
primeros cien
días en la presidencia, realizó un informe en el Patio
Central y
posteriormente, el 1º de julio, a un año de la victoria del
movimiento
que encabeza, presentó un reporte ante miles de personas en
el Zócalo
de la Ciudad de México.