El Cobanaro
Así como usted consume cierta cantidad de recursos naturales al día y genera con ello residuos que regresan a la naturaleza y eso, uso y residuo, afecta al medio ambiente; ello se puede nombrar como huella ecológica que conforma una memoria y una historia de consideraciones o de descuidos que finalmente afectarán la relación de Usted con la Naturaleza. De esa misma manera, perdone el rodeo, las empresas y los sujetos contribuyentes van dejando una huella fiscal. Y eso repercute en los presupuestos federales. A su vez, su comportamiento fiscal, forma parte de un sistema circular que determina con mucho la vida de la Nación, la de sus entornos y la de su familia. La cuestión fiscal les molesta a muchos pero es la arquitectura del destino social.
Por eso duele más que las personalidades fiscales tengan permisos para ausentarse o para hacer menos tarea que otros, incluso para portarse mal, tan mal que puedan allegarse o servirse del trabajo de los demás, es decir parasitarse. Y duele porque quien se encarga de vigilar los cumplimientos o se hace de la vista gorda es finalmente la autoridad en toda su cadena de decisiones.
Pues mire, nos encontramos con la información de que los grandes contribuyentes registraron, al cierre del 2019, una deuda fiscal por nada menos que 231,787 millones de pesos al Servicio de Administración Tributaria (SAT). De acuerdo con los datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), los créditos fiscales de todo tipo de contribuyente fueron por un total de 712,490 millones de pesos, de los cuales 32.5% se concentró en los llamados grandes contribuyentes.
Deje le trato de explicar: Los grandes contribuyentes son aquellas empresas con una gran cantidad de operaciones y utilidades. En total, el SAT tiene registrado a 46,539 grandes contribuyentes. Este tipo de pagadores de impuestos apenas representa 0.06% del total de causantes registrados, que asciende a poco más de 77.4 millones. Las estadísticas de la SHCP también revelaron que, al cierre de diciembre pasado, 111,403 créditos fiscales están controvertidos, contribuyentes que promovieron medios de defensa, por lo que no puedan ser objeto de acciones de cobro. Hablamos de 443,599 millones de pesos.
Pues entonces le digo que, el SAT exigió el pago de impuestos de ejercicios pasados a empresas como Alsea, Walmart y Maxcom por diferentes montos, las cuales informaron que recurrirán a medios de defensa para impugnar. Es decir, se resisten al pago. Ya veremos cómo los convencen. Por eso se hará un operativo llamado hiperfiscalización, que se realizará en línea con las facultades que tiene el SAT, sin caer en lo que algunos han denominado como terrorismo fiscal.
Recuerde que el ejecutivo federal presentó, el 14 de agosto anterior, una iniciativa para prohibir las condonaciones de impuestos. De 2007 a la fecha, durante los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, se han condonado impuestos por 629,000 millones de pesos, según estimaciones de Fundar. Fundar es una organización de la sociedad civil plural e independiente —con sede en México— que se rige por los principios de horizontalidad y transparencia.
Veamos: Durante el sexenio de Calderón se condonaron 83 mil 077 millones 217 mil 954 pesos. Entre 2013 y 2015, durante la gestión de Peña Nieto, se condonaron 89 mil 258 millones 557 mil 412 pesos.
Más del 70 por ciento de los 172 mil millones de pesos perdonados por el SAT beneficiaron a tan sólo 88 grandes contribuyentes. A pesar de que 7,884 contribuyentes fueron incluidos en los programas de amnistía y en mecanismos de condonación, este grupo reducido dejó de pagar más de 122 mil millones de pesos.
Fundar plantea que los beneficios fiscales pueden otorgarse, por ejemplo, cuando ocurre un desastre natural. También existen condonaciones que buscan regularizar a los contribuyentes, y son aplicadas para que el gobierno recupere una parte de lo que deben. “Lo más común es que se perdonen multas a cambio de que las personas paguen sus adeudos más grandes, aunque también suelen condonarse impuestos cuando el gobierno implementa una amnistía fiscal”.
Otro segmento de la transición, que tanto hemos hablado de ella, es precisamente que las conductas fiscales sean parejas y que no existan condonaciones monstruo para consentir a empresarios. Por eso México era un paraíso de condonaciones fiscales. Por eso, al pagar lo justo, muchos andarán rabiosos. El presidente de México se hizo de más adversarios que buscan desesperadamente regresar al régimen de corrupción con el que fabricaron inmensas fortunas sin pagar impuestos, con leyes laborales injustas, con concesiones mañosas, con permisos abusivos.
Y ya para cerrar y sin dejar el tema de la corrupción, vemos que por ahí alguien anda faltando al compromiso de batalla contra la corrupción. Todos rabones es la consigna…
“El árbol de la corrupción, ya no es la acacia del Gobierno” Octavio Almada
@octavioalmada1
@elcobaro