Para Marisela Martínez Ávila, anestesióloga del Hospital General de Guaymas, el trato, respeto y amor con el que atiende a cada paciente es como si se estuviera enfocando a un ser querido, ya que en cada uno de los enfermos ve reflejada a su familia.
‘’A cada paciente lo veo como a un familiar y lo trato con el mismo respeto, el mismo amor y paciencia. En cada paciente veo reflejada a mi familia. En mi trabajo expreso el amor hacia mi familia y sé que lo que pueda hacer aquí se va a ver reflejado en la circunstancia familiar’’, expresó.
Marisela dijo que el amor más grande que siente es hacia sus padres, papás, hermana y sobrino, mismos que están constantemente en sus pensamientos, y a quienes no sabe cuándo podrá volver a ver de nuevo, debido a la contingencia del nuevo Coronavirus, y a que ellos viven en Guadalajara, Jalisco.
‘’Mi sentir es que esto pueda terminar algún día, es esperanza, sería fabuloso poder volver a ver a mi familia. Sin embargo, sé que tengo una vocación y si estoy aquí es por ellos’’, recalcó.
Marisela aceptó que su mayor miedo es no volver a ver a su familia y que si alguno de ellos contrajera el Covid-19, les diría que no se rindan, que luchen por ganar la batalla.
A raíz de la llegada de este virus a Sonora, la rutina diaria de Marisela ha sufrido muchos cambios en cuanto al ritmo de vida, hoy en día sólo está enfocada en su trabajo, evita convivir fuera del centro laboral, además de continuar preparándose para seguir enfrentando retos.
La anestesióloga resaltó que lo más importante es no rendirse, luchar todos juntos contra el coronavirus, y la mejor manera, reiteró, es quedarse en casa para disminuir los riesgos de contagio.