El Cobanaro
Por Octavio Almada Palafox
Semana de fábula, fábula real y fabulosa. Los desajustes y caminos alternativos generados en estos días al antiguo régimen, su estructura corrupta y corporativa, serán irreversibles, y son una cuña que permitirá abrir las potencialidades de un gobierno saludable. La construcción minuciosa y táctica se va viendo con mayor claridad y dejando boquiabiertos a toda clase de miradas que nunca consideraron las dotes estratégicas del mandatario; con decirles que el Consejo Coordinador Empresarial, que mostró una incomprensión de las perspectivas del Presidente, mandó una carta, firmada por su representante Carlos Salazar Lomelín, en la cual felicita al presidente López Obrador por su viaje a Estados Unidos, le expresa su apoyo y compromete el trabajo conjunto del sector empresarial con el gobierno federal.
¿Y porqué semana fabulosa? Porque alguaciles de EU aprehenden a César Duarte Jáquez en Florida; porque autoridades españolas indicaron que se cumplieron todos los requisitos para proceder con la entrega de España a México de Emilio Lozoya, exfuncionario en la administración del ex Presidente, Enrique Peña Nieto y exdirector de Petróleos Mexicanos, para enfrentar los cargos de lavado de dinero; porque Estados Unidos responde nota diplomática sobre Rápido y furioso; porque se abre un nuevo capítulo para resolver el caso Ayotzinapa; y sobre todo por el manejo mediático y político de la visita que realizó el Presidente a los Estados Unidos.
Y es que esta semana, la reunión López Obrador-Trump fue un verdadero reactivo para el elenco político que hizo efervescencia en todas las posiciones de este peculiar entramado de fuerzas. Por supuesto la oposición de derecha mostró su anemia de liderazgos y de posturas que poco sirve al análisis político. De esa adversidad blanda, que quiere meter en las cabezas un fantasma comunista, saltaron ahora acusaciones de adhesión al imperio. Obvio de una oposición en estado de shock. Llamó más la atención el cúmulo de adhesiones de empresarios y de simpatizantes, tanto nacionales como de muchos grupos latinos.
A un año y medio de asumir el poder político, ya podemos ver los enormes esfuerzos por encontrar la posibilidad de crear el círculo democrático. Por más cuadraturas, por más tendencias a la regresión, por más resistencias a sumarse al camino circular de la gobernabilidad, la energía de convocatoria, de encontrar los puntos de inflexión de las líneas necias, reacias, dependientes y parásitas, el Presidente de la República logra doblegar poco a poco a una clase empresarial, a los grupos de inversión para que se dejen conducir por la dignidad de las leyes, del comportamiento adecuado. La constelación de temas, a los que se suman la crisis sanitaria, la de seguridad y la de la recesión mundial están siendo manejados en un difícil equilibrio, en un complicadísimo laberinto que apenas deja margen de maniobra.
Y ante ello se da la firma del acuerdo comercial del TEC MEC que teje consensos comerciales bajo la tutela de los derechos humanos. Por ejemplo el método de la inversión inclusiva y el control en el tráfico de armas. El discurso del Presidente López Obrador es ya una pieza histórica que maneja economía y política, historia y dignidad. Esta declaración suma la tarea de atraer inversiones de otros lugares del hemisferio a nuestros países, siempre y cuando se cumpla con los principios de producir mercancías de elevado contenido regional y de procurar condiciones salariales y laborales justas para los trabajadores del país exportador o importador. Sí, el tratado va a ayudar mucho a trabajadores, empresarios y a toda la población, y reiteró que este acuerdo entra en vigor en un momento oportuno, cuando se necesita reactivar la economía afectada por la pandemia del Covid-19. El Presidente señaló que en ninguna otra región del mundo se contempla un tratado así para que se promuevan inversiones, para crear empleos, para abrir nuevas empresas, para fortalecer el comercio y el que haya bienestar en nuestro país, “ese fue el propósito de nuestra visita”, subrayó atentamente. Este tratado también considera capítulos anticorrupción y de derechos laborales que se alinean a la estrategia del actual gobierno mexicano; y otra cosa que puso varios tapabocas superpuestas. El tratado contribuirá al crecimiento del país porque representa una mayor inversión que significa mayor empleo y oportunidades para las Pymes, a fin de que se integren a la cadena de proveeduría de América del Norte y con pleno respeto a los trabajadores.
En cuestiones de posturas políticas, para aquellos que quisieron percibir debilidades, el Presidente, contundentemente dejó asentado que “en la historia de nuestras relaciones hemos tenido desencuentros y hay agravios que todavía no se olvidan, pero también hemos podido establecer acuerdos tácitos o explícitos de cooperación y de convivencia.
Llamó la atención también un grupo de pensadores de izquierda que, apegados más a la inercia de la conservación y resonancia de las identidades personales que a la racionalidad de las posibilidades reales de maniobrabilidad política, criticaron la reunión como una declinación de soberanía. Les apresuró demasiado la necesidad de ratificar sus posicione siempre utópicas, siempre con el toque romántico de la dignidad que pide romper toda comunicación y movilidad en el irrefrenable tránsito histórico. No, no se puede construir la posibilidad democrática detenidos en el discurso de las radicalidades que nunca resolvieron estratégicamente su ascenso al poder. López Obrador, con su personal estilo de crear relaciones en cada rincón del país, sí logró colocarse en el máximo poder político. Esta será una praxis a reflexionar. Es una praxis que sí está logrando crear condiciones de justicia social, una praxis que está dando lecciones a los pueblos, una praxis que punto a punto, dibuja un círculo a pesar de tanto cuadrado.
“El círculo de la democracia, su circunferencia es el agradecimiento” Octavio Almada
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