SU POPULARIDAD EN LA LOCALIDAD LO MANTIENE ENTRE LOS VENDEDORES DE FRUTA MÁS APRECIADOS DE CIUDAD OBREGÓN

“Vendemos frutas, aguas frescas, chucherías como tostitos preparados “pepiguates”, “tosti cueritos” todo eso, pero más exclusivamente nosotros somos de la fruta”/ “Amo mi trabajo y lo hago con ganas y con mucho gusto”

Manuel de Jesús Jiménez mejor conocido como “don meño” tiene más de 30 años como vendedor de fruta o “pico de gallo” como es conocido en la localidad, tiene su puesto a las afueras del edificio de gobierno en ciudad Obregón; y por décadas, ha sido su sustento diario.

 “Como empezamos todos los que alguna vez fuimos desempleados, te obliga a buscar las maneras, las alternativas de salir adelante, de trabajar, de obtener un ingreso; en aquellos tiempos cuando empecé a trabajar la fruta era mas barata, menos inversión y le sacabas máxima ganancia, hoy en día no, lo que ganas diario vas y lo dejas al mercado de abastos, y no estoy llorando, es la verdad, en aquellos tiempos si dejaba, pero de todas maneras te queda la satisfacción de atender a la gente, de servirle a las personas que se echen una buena frutita y ya estamos viejos ya no se puede hacer otra cosa”

Señala que así como los tiempos han cambiado, también la clientela lo ha hecho, ya que buscan una mejor alimentación.

 “La venta de la fruta baja porque ya la gente lo que quiere es algo con qué refrescarse, algo como liquido no sólido, ya la fruta baja la venta y se venden más las aguas frescas, aunque ahora ya no se venden tanto las aguas de sabor, ya han bajado mucho las ventas en cuestión de aguas de sabor por la diabetes, las dietas y todo eso, desde que salieron a la luz las botellitas chicas esas de agua purificada la venta de aguas frescas de sabor bajó casi un 50%,la mayoría de la gente toma agua natural hoy en día” “la gente se cuida más ahora, y como no cuidarse si la salud es lo primordial”

Su popularidad en la localidad lo mantiene entre los vendedores de fruta más apreciados y reconocidos, pues su buen humor y carisma se mantiene a través del tiempo; y aunque las ventas hoy en día son más bajas, piensa dedicarse a esto hasta que la vida se lo permita.

“Vienen personas como de unos 30 años jóvenes y me dicen: “me acuerdo que mi papá me traía cuando estaba chiquito, venía con usted comer fruta y tomar agua”, igualito, ¿no? Les digo. Pero estoy muy contento, muy satisfecho, muy feliz de seguirlos atendiendo, antes me decían “el meño”, ahora me dicen “don meño”

Para éxodo radio, Columba Chávez