Las botas de cuero, también conocidas como botas de piel, o vaqueras, son un calzado que ha recorrido un largo camino; fueron diseñadas originalmente para el trabajo, siendo elaboradas en diferentes materiales, principalmente de pieles o cueros exóticos como avestruz, cocodrilo o serpiente.
En el siglo XVII nace la primera manufactura de producción de botas de cuero y botas camperas, exactamente en el año 1642, cuando Thomas Pendleton fabricó 4000 pares de zapatos y 600 pares de botas para el ejército inglés.
En Sonora, las botas vaqueras son parte fundamental de la tradición y cultura de nuestro estado.
“Es muy común que te inviten a una fiesta vaquera y vas y te compras tus botas, y ahí las guardas hasta la siguiente fiesta vaquera pero yo les digo, no es para la fiesta vaquera, es para el diario, si hace calor ponte un short, ponte una falda ponte un vestido, se diferente y hazle honor a tu tierra” dijo Cristina Armenta de Bota Santa.
Aunque inicialmente y por muchos años la bota vaquera era únicamente para hombres, hoy en día, hay fabricas dedicadas exclusivamente a la bota femenina.
“Te metes en el mundo de la bota y señoras de toda su juventud la usaron pero de 10 mujeres dos nada más usaban, es la minoría, pero ahorita ya se están animando más a hacerlo, el panorama se abre, salen de lo mismo, salen de lo clásico y se atreven a dar ese paso, si a los hombres les da presencia, se sienten empoderados, para la mujer es mucho más”.
Por más de 20 años la familia de Cristina Armenta se ha dedicado a la fabricación de este calzado tradicional, y actualmente fabrican botas vaqueras para mujeres, todo esto, hecho por zapateros artesanales.
“Es un accesorio muy bonito que te enorgullece, que subir una foto con un vestido, con un short y ver las reacciones que tienen en redes sociales quiere decir que es un producto que gusta y es original, tanto en la música como en clientes gruperos que tenemos que en lugar de hacer de lado lo tradicional se arraigan a su bota, a lo norteño”
Para éxodo radio, Columba Chávez