DANA CHANEZ Y SU MADRE SON LAS UNICAS INTEGRANTES DE LA ETNIA KIKAPÚ ACTIVAS EN EL ESTADO DE SONORA

El pueblo Kikapú, originario del sureste de Canadá posee una historia que hace honor al significado de su nombre: “los que andan por la tierra”.

En el estado de Sonora, esta etnia se asentó en el siglo XIX, en la comunidad de Tamichopa, Bacerac, sin embargo, perdieron sus rasgos culturales, pues no celebran las fiestas tradicionales, dejaron de construir las viviendas de verano e invierno y no hablan su lengua, su único hablante falleció en agosto de 1996.

Dana Chanez Valdés y su madre, son las únicas Kikapú activas, y que buscan rescatar su cultura.

“Es una lengua perdida, ya que los señores mayores que conocían el dialecto no quisieron pasarlo por el bullying en las escuelas, por ejemplo a mis abuelos cuando hablaban lengua kikapú en las escuelas, los alumnos o hasta los mismos maestros los golpeaban para que hablaran español aunque no supieran” “ellos no quieren participar en eventos culturales o en sí en la creación de artículos como son los atrapa sueños, actualmente en Sonora somos dos Kikapús los únicos que andamos activos en eventos”

Explicó que pueden llegar a confundirse con los apaches por su apariencia y vestimenta tradicional, aunque no lo son, sin embargo, al ser una comunidad de guerreros, se consideran hermanos.

“Nuestro traje típico es este que es de gamuza en el pasado se hacía de piel de venado, usamos como una réplica y usamos la réplica de gamuza, eso es una parte esencial de nuestro traje, es lo que más nos identifica”

Para rescatar su lengua, tradición y que la etnia no desaparezca por completo en México, su madre y ella buscan dar a conocer más sobre su pueblo mostrando sus artesanías, y vistiendo su ajuar tradicional,

“Los atrapa sueños es lo que más hacemos de todo, en el pasado se usaba en danzas porque nuestra etnia era una etnia guerrera,  hacían una danza con un atrapa sueños más grande, hacían una danza para nuestro Dios,  se llama la danza del guerrero y es una ofrenda a nuestro Dios que se hacía antes o después de la batalla para tener fuerza durante la batalla o que sanara a los herido después de la batalla”

Además, quieren aprender su lengua para enseñarla a los demás, sin embargo, los proyectos que tenían en puerta fueron frenados.

“Y de hecho queríamos reconstruirla de nuevo y enseñarla a la comunidad de aquí pero ya no se pudo, estamos trabajando en ese proyecto ya por 4 años de ir yo a Estados Unidos a aprender la lengua y traerla a mi comunidad y enseñar a mi comunidad pero por lo de Donald Trump y las nuevas leyes nos cancelaron el proyecto”

Para Éxodo radio, Columba Chávez