Tratar de dar siempre lo mejor y un extra, buscar más, y pretender una perfección que nunca podremos alcanzar es parte de las acciones de una persona que se exige más allá de lo posible a su alcance y posibilidades; auto exigirse en exceso puede convertirse en una práctica disfuncional y dañina.
“Una persona que se auto exige piensa que nunca es suficiente, puedo tener más, y ese pensamiento en el que nos gana la ambición puede generarnos el mismo estrés la misma ansiedad, inclusive un vacío existencial porque al exigirnos tanto estamos tan ocupados que vamos dejando de lado muchas otras actividades o muchas otras situaciones como puede ser la convivencia familiar, el salir con mis amigos”, dijo el Psicólogo Rafael Mateo Pérez
Algunos de los desencadenantes de la auto exigencia son a búsqueda de aceptación externa, altas expectativas sociales, miedo al fracaso y exceso de auto critica, mantener esta práctica de manera prolongada puede traer consecuencias en nuestro bienestar.
“Sacrificamos salud física y emocional con tal de vivir más cómodo, pero, ¿vivir en qué momento?/ “Hay síntomas físicos como pueden ser problemas estomacales, problemas en la piel, puede haber dolor de cuerpo, enfermedades virales, que tu cuerpo sea más susceptible a ellas porque estamos más acostumbrados a no comer bien a no dormir bien, entonces nuestro sistema inmunológico es más vulnerable también”.
El psicólogo Rafael Mateo, explica que es importante ponerse como prioridad, de lo contrario no podremos ayudar a nadie más, además puede estancar de forma permanente todo aquello que se busca conseguir.
“Si yo no estoy bien yo no puedo ayudar a nadie más, si yo no estoy bien nunca podré estar bien con mi pareja, con mis amigos o en caso de nosotros como profesionistas con nuestros pacientes, con nuestros alumnos, porque no voy a rendir, en algún momento se me va a acabar mi salud”.
Para éxodo radio, Columba Chávez