Omar ¨Businessman¨ Chávez regresó a la senda del triunfo superando por decisión unánime al argentino Nicolás Luques Palacios, en un fallo que dividió opiniones y ante una gran entrada en el Polideportivo “Juan S. Millán” de esta ciudad.
Chávez (37-5-1, 24 Ko´s), inició muy bien los primeros asaltos, cedió rounds intermedios y cerró fuerte los últimos dos capítulos que terminaron marcando diferencia y que le permitió cortar una seguidilla de dos derrotas consecutivas, la última contra otro argentino en Durango en mayo pasado.
Las puntuaciones de los jueces fueron 96-94 x 3 todos a favor de Chávez Carrasco de 28 años.
El hijo de la leyenda no tuvo la potencia en sus puños como para buscar el nocaut, y se topó con un aguerrido argentino que siempre estuvo lanzando golpes.
Luques le conectó un derechazo al rostro que cimbró la humanidad del sinaloense, quien para el tercer asalto parecía pesarle los guantes, además de comenzar a jalar aire por la boca y con pasos muy lentos.
La mano izquierda de Omar estaba amartillada desde el primer campanazo. La mantuvo siempre abajo descuidando su guardia y facilitando que los izquierdazos de Nicolás entraran fácilmente. Omar se llevó allí un oper que lo sacudió y le dejaba toda la alternativa al adversario.
El argentino, que en todos esos episodios siempre fue hacia adelante, bajó un poco el ritmo como para recuperar fuerzas en el sexto asalto. Chávez lo prendió entonces con un derechazo al rostro, pero segundos después Nicolás respondió castigando al cuerpo.
Chávez sufrió una herida en el pómulo derecho en el séptimo tras un encontronazo de cabezas y comenzó a retroceder, buscando las cuerdas y recibiendo combinaciones de derechas e izquierdas. En el octavo Omar respondió al ataque del argentino y logró dos buenos volados a la cabeza pero sin mucha potencia.
Llegaron al noveno en el que Luques se veía más entero, pero Omar se metió a su guardia, le cerró los espacios y lo llevó unos segundos a las cuerdas para colocar varios golpes a la zona hepática.
Decididos a buscar el nocaut con las pocas fuerzas almacenadas después de 27 minutos de combate, ambos se enfrascaron en un intercambio de golpes desde el arranque del último asalto. Omar, más disminuido físicamente, salió a jugársela. Su ojo estaba bien lastimado pero sacaba fuerzas de flaqueza para mantenerse en la batalla. Así los sorprendió la campana.