El Cobanaro
Por Octavio Almada Palafox
Acabo de escuchar el discurso de Escárcega, en Campeche del Presidente. Ahí se entregaron créditos a la palabra. Sí, a la palabra. Esta ya extraña forma de suscribir una responsabilidad, a la palabra, la ha retomado el Presidente para alentar el valor de la honestidad. Muchos arrugarán el entrecejo. Todos aquellos que hicieron del crédito un negocio, un sangrado, un acto usurero enseñarán los dientes.
Esta es otra de las maneras de construir estrategias, apelar al valor de las personas para amarrar un compromiso con el solo vínculo de la palabra.
Y a eso quiero apelar, a visibilizar un corte de las estrategias del Presidente, incluso desde antes de la campaña electoral, hasta la aprobación unánime de la Guardia Nacional por todos los partidos en el Senado de la República.
Eminentemente, la construcción de la transición empezó desde mucho antes; desde la criticada formación de alianzas que en realidad fue una minuciosa y cuidadosa reunión de energías. López Obrador sabía que no se podía tener contentos a todos porque cada quien quiere que su discurso político quede en primer plano. No fue así. Fue construir equilibrios en donde todos ponen y nadie gana. Tenía en claro la calidad de las oposiciones y la animosidad de sus más fieles seguidores; la peligrosidad de sus enemigos que él condescendiente les llama adversarios; las exigencias de mercados internos, los externos.
Veamos aquí el proceso ajedrecístico con que va siendo confeccionada la Guardia Nacional.
La propuesta, ya anterior, expresada en uno de sus libros, preveía que el estado de las policías, federales, locales y municipales no sólo había sido neutralizado, sino que había sido intervenida por la corrupción tanto de interna como de los funcionarios. Violencia y dinero fueron poderosos agentes de descomposición.
Por supuesto que tenía en claro las oposiciones mediáticas que sumaban a activistas de todos colores, sobre todo de color rosa que criticarían paso a paso la propuesta. El Presidente avanzó a sabiendas que el desplazamiento del prianismo tendría costos, sobre todo en los índices delictivos. Sabía que esos índices subirían porque la desesperación también tocó a la delincuencia organizada que seguramente quería poner sus condiciones ante el nuevo gobierno.
Y desgraciadamente los índices subieron y la sociedad fue legitimando día a día la Guardia Nacional porque es la que ha vivido el colapso de la seguridad pública e intuía que había que actuar con lo que se tenía, no con las propuestas que suponían tener una capacitación regular que nos darían una policía preparada en unos….quince años. Esa es la ventaja del Jefe del Ejecutivo, su contundente realismo.
Mientras la oposición de oficina y café se devanaba los sesos en redes sociales para poner el pie a las estrategias del Presidente, avanzaba tácticamente la idea de la seguridad pública mediante la legalización de ciertos temas como lo fue la prisión preventiva oficiosa que fue muy atacada en la franja estrecha de los analistas tradicionales y mediáticos. Por fin en una votación aprobatoria la prisión preventiva oficiosa donde señala que, los probables responsables serán encarcelados de forma automática si un juez determina iniciarles proceso. Esto sin necesidad de que el Ministerio Público acredite el riesgo o perfil del inculpado. Falta el aval de los congresos estatales para que entre en vigor, cosa segura porque ya se votó por unanimidad en el Senado la Guardia Nacional. El artículo 19 Constitucional solo contemplaba una lista de seis ilícitos que eran meritorios de prisión preventiva oficiosa: delincuencia organizada, homicidio doloso, violación, secuestro, trata de personas y delitos violentos cometidos con armas de fuego. El dictamen aprobado agrega: uso de programas sociales con fines electorales, enriquecimiento ilícito, ejercicio abusivo de funciones, delitos en materia e hidrocarburos (huachicoleo), abuso sexual en agravio de menores, violencia sexual en agravio de menores, feminicidio, robo a casa habitación, robo a transporte de carga, desaparición forzada, desaparición cometida por particulares y delitos contra la Ley de Armas de Fuego. Usted juzgue cada uno de ellos: son precisamente los puntales de la inseguridad pública, de la corrupción política y de la delincuencia organizada en torno a ciertos desempeños. Con esa plataforma de previsión activa de la nueva policía sigue la aprobación final de la Guardia Nacional que incluso actores opositores a la misma ya vieron que si no se alinean, sus seguidores lo harían: bajaron su soberbia frente. El Presidente está jugando simultáneamente varios juegos de ajedrez político que se interconectan unos con otros. Ya no solo lo que urge sino lo que importa; ya no sólo decidir a corto plazo, sino construir a largo plazo. Urge lo que importa e importa lo que urge, todo un desafío de carreras de resistencia y de distancia corta. Y para los que se vayan doblando ya se sabe que el Presidente ya tiene los escenarios de la segunda parte. No cabe duda que estamos frente a un episodio histórico de grandes proporciones.
“Estrategia y la visión dos caminos con la misma luz al final, el beneficio del pueblo “ Octavio Almada