En la vida es difícil encontrar a personas que realicen acciones en beneficio de los demás sin esperar nada a cambio y aún, es más difícil que una persona dedique su vida entera a la formación de miles de jóvenes con quienes tenían un lazo muy especial y era el amor al Béisbol.
Clemente López Ayala fue un importante impulsor del beisbol en el municipio de Huatabampo y por lo menos un 95% por ciento de las personas que practican el rey de los deportes asistieron a su escuela y pasaron momentos muy agradables a su lado, mientras aprendían este gran deporte.
Para este impulsor del béisbol, mas allá de preparar a jóvenes que jugaran en el deporte a nivel profesional o semi profesional, su prioridad era compartir los valores de jugar en equipo, compañerismo, amor al deporte entre otros, como lo reconoció cada vez que inauguraba una nueva temporada.
Pese a lo anterior, de su liga infantil Hermanos Ibarra Ceballos, también destacaron peloteros qe llegaron a nivel profesional como Fernando Salas, quien fue campeón con los Cardenales de San Louis y también Carlos “la Chispa o el Momo” Gastelum, Argenis Borbón y Luis Ángel Buitimea Montoya quien comenta que ha quedado un gran vacío y jamás podrá ser llenado por otra persona.
Pero en su trayecto de 50 años no sólo formó beisbolistas, si no también profesionistas llenos de valores entre ellos el Maestro Martin Arturo Villegas Ortiz quien afirmó que Clemente López siempre fue una persona que inculcó una gran cantidad de valores y sobre todo el trabajo en equipo.
“Para recordar tenemos un sinfín de anécdotas a lado de este gran hombre, sobre todo ese camión amarillo que tenía, que siempre nos preguntábamos de donde lo sacó y que por muchos años traslado a niños y jóvenes de las diferentes comunidades para que tuvieran la oportunidad de jugar Beisbol”, mencionaron los entrevistados.
Se terminaron las entradas del juego más importante para Clemente López y sin duda alguna durante su carrera pegó Home Run así como también hubo ponches, pero jamás se dejó vencer y ese es el gran ejemplo que le deja a todo sus discípulos que lo recordarán por siempre, hasta siempre Clemente López Ayala.
Por Emmanuel Balmaceda