El Cobanaro
Por Octavio Almada Palafox
Aún estamos muy atrasados en materia legislativa en lo que respecta a los crímenes sociales, los delitos de los gobiernos. Porque usted estará de acuerdo que los gobiernos delinquen en lo que atañe a sus trabajos de influencia de responsabilidad. Imagínese que es usted economista profesional y que le pagan por hacer un plan económico. Y ese plan económico termina lesionando a su cliente. El cliente tiene derecho a denunciarlo. Como a un médico, un mecánico, un ingeniero en caso de que el auto que le adquirió resulta que tenía un defecto que afecto irreversiblemente su vida.
Pues así debería de sancionarse cuando un gobierno, debido a sus políticas, lesiona la vida de millones propinándole un sistema de salud maligno, que ni lo cuida bien, que lo mantiene en vilo, que no lo interviene quirúrgicamente Igual a los sistemas económicos que construyen tal desigualdad social que destinan por todo un periodo de vida a una precariedad sostenida.
Cierto, en México, durante el periodo neoliberal, el sistema de salud y el de gobierno, propició muertes tempranas por enfermedades curables, cultivó paso a paso una de las pandemias mundiales más lesivas, la obesidad; no protegió a los consumidores, permitió agrotóxicos, es decir, sustancias para cultivo de campo que generaban enfermedades letales, dejó pasar una industria alimenticia prácticamente asesina, fomentó industrias contaminantes, dejó crecer inmensamente el daño ambiental, generó condiciones para el crecimiento del narco que no sufrió ningún decremento en el consumo a pesar de miles de vidas segadas; por otro lado descuidó sistemáticamente al campo. Y para qué: lo sabemos, para concentrar a la mala y a la de a fuerzas, inmensos dineros para unas pocas familias. El gobierno neoliberal fue un gobierno arteramente delincuente, muy concentrado en construir un sistema de salud dolosamente deficiente, precario, corrupto. Y, por supuesto, todo ello retrasó un proceso de gobierno por décadas que ahora el gobierno de once meses del Presidente López Obrador se esfuerza por resucitar y con grandísimos obstáculos. Son dos trabajos, la resucitación y la lucha contra las fuerzas de la corrupción que se resisten a dejar su mina de oro a pesar de los daños.
Pues bien en esta oncena de meses hemos seguido un trabajo peculiar que mezcla trabajo de campo, denuncia y proyectos presupuestales.
Hace días el titular del ramo, Jorge Alcocer Varela, presentó el Plan Nacional de Salud en Palacio Nacional. Primero manifestó que con una ampliación de 40 mil millones de pesos en el presupuesto, se creará el Insabi, el cual será un organismo descentralizado de la Secretaría de Salud con personalidad jurídica y patrimonio propios, y para garantizar servicios de salud y medicinas a la población sin seguridad social, se basará en cuatro líneas estratégicas: responder a las necesidades en materia de medicamentos y material de curación, personal médico, infraestructura y basificación de personal.
También tenemos que a fin de lograr el abasto de medicamentos, el Insabi trabajará sobre tres ejes principales: compras públicas eficientes, planeación del suministro y distribución, mientras que la organización de los servicios estará basada en la atención primaria de la salud.
Asimismo, se impulsará decididamente mantener sanas a las personas a través de la prevención y en controlar los riesgos. Al mismo tiempo, se reforzará la atención a los pacientes, mediante redes integradas de servicios.
Después de 106 días de visita a 80 hospitales rurales en 19 estados sigue resolver la carencia de servicios y medicamentos gratuitos para quienes carecen de seguridad social. Una de las evaluaciones a notar se reconoció que hay profundas diferencias entre las instituciones en cuanto a número de establecimientos de salud, fuentes de financiamiento y administración de la prestación, por ejemplo, los servicios estatales en las 32 entidades federativas y el IMSS-Bienestar atienden el 55 por ciento de la población mexicana; sin embargo, cuentan solo con el 21 por ciento de los hospitales del país.
Se anunció también el programa Médicos del Bienestar, para incrementar personal de salud en zonas rurales marginadas. Por ello se abrió la convocatoria a médicas y médicos generales, especialistas y enfermeras y enfermeros, que deseen participar en la transformación del sistema de salud en las comunidades.
Sobre infraestructura, la inversión se concentrará en sustituciones, ampliaciones, construcción, mantenimiento y conservación de centros de salud y hospitales. Hasta ahora se han levantado o rehabilitado 81 instalaciones – 20 hospitales y 61 centros de salud- de las 317 obras inconclusas que quedaron en anteriores administraciones.
Hay que señalar que las giras de campo presidenciales sirvieron como una estrategia de integración del sector médico. Conoció los problemas hospital por hospital y fue testigo de los trabajos de infraestructura médica que se van desarrollando. Jamás un Presidente en funciones se dedicó a peinar el sector salud. De hecho concluyó su larga gira donde completó 71 hospitales rurales recorridos por todo el país. Y anunció: “Terminando esta gira por los 80 hospitales, en 15 días, vamos a presentar en las conferencias de la mañana, muy temprano, a todo el pueblo de México, el plan de salud.” Y suscribió: “Estoy pidiendo a los responsables que no se queden en generalidades, sino que ya se hable de que se van a licitar ambulancias para tantos hospitales, equipos de rayos X, sillas para odontología, en fin, que ya se establezca cuáles hospitales se van a ampliar; se van a crear albergues, se van a construir de nuevo hospitales que se están cayendo y cuánto se va a destinar para la regularización de los trabajadores de la salud; cuánto para que no falten las medicinas y cuánto se va a requerir adicional para que no falten las enfermeras y los médicos. El remedio y el trapito.”
Ante el crimen de lesa salud social del neoliberalismo, hay que, paradójicamente, sacar al sistema de salud del colapso, de la enfermedad neoliberal y darle los insumos propicios para que pueda ofrecer una clínica, un hospital un sistema de seguridad médica de dignidad, a pesar de las resistencias, los ocultamientos y los desdenes.
“Un hospital debiera de regalar sonrisas y los hogares hábitos alimenticios” Octavio Almada
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