EL INICIO EN KILÓMETROS

El Cobanaro 

Por Octavio Almada Palafox 

Para el futuro será un referente histórico estos dos meses de transición política en nuestro país. Los inmensos grados de dificultad que está afrontando el equipo gobierno de la administración entrante abren capítulos inéditos en varios temas. De hecho la efervescencia social, los montos colosales de la corrupción, las resistencias tácitas y explícitas de oposiciones e incomprensiones de grupos y la dimensión que ha alcanzado la delincuencia organizada son temas que la estrategia de gobierno seguramente está analizando día a día. Los pasos diarios dados por el jefe de gobierno suponen reacciones de los campos a impactar. Esta semana comienza el tema de la energía eléctrica que se sumará al tratamiento del robo de combustible y el abasto, de la corrupción de las guarderías, del bajar los programas sociales y pronto arribará de lleno el asunto de la guardia nacional.

Seguramente la sociedad no estaba preparada para una transición política o no se tenía una idea de lo que se vendría al tomar el poder de la administración pública federal por parte de Andrés Manuel. El jefe del Ejecutivo cuando estaba en campaña ya se veía preparando el tema con algunas incorporaciones inesperadas a su equipo y en algunas declaraciones que no eran del agrado de ciertos analistas afines y adversarios. Tuvieron que pasar varios acontecimientos duros para que los propios comentaristas se dieran cuenta de que la transición mexicana estaría mucho más difícil de lo imaginado. 

El tema de comunicación social, por ejemplo, se está tornando como la herramienta más sofisticada y vital de la transición. La famosa conferencia mañanera ya tomó por asalto la agenda política. Desde ahí se da información, anuncios, clases, explicaciones detalladas. Se está construyendo una relación interesante y orgánica con quienes la siguen día a día o ven los resúmenes temáticos que el equipo de comunicación elabora y analiza continuamente. El aprovechamiento de los métodos de las tecnologías, la presentación de secretarios de gobierno, el clima de las conferencias y los diversos tonos que alcanza la hacen ya una necesidad informativa que, incluso ha molestado e influido para que las barras noticiosas de las empresas de información modifiquen su formato. Desde ahí una buena parte del concepto de la transición se activa. 

Lo que sigue es la reacción social a la transición. El ataque a la corrupción fractura la estructura de actividad de ciertos grupos delincuenciales que estaban tejidos con empresarios, con avisos y silencios de funcionarios, con participaciones de personas que iban desde las oficinas de Pemex hasta el uso de técnicos, monitores y nichos poblacionales. La gente se sorprendió que el tema del abasto lento (que nunca fue desabasto porque desabasto es que no hubiera gasolina), fuera a darse. La estrategia de comunicación fue efectiva y la mayoría de la ciudadanía comprendió que todo ello generara retrasos en la distribución gasolinera. Las resistencias se dieron y se trató de desviar el tema del ataque de la corrupción a un desabasto. Incluso se trató de crear pánico por efectos colaterales del retraso en el abasto. Así, el tema sensible, también, de las guarderías privadas, subrogadas que algunas de ellas mostraban irregularidades. Las oposiciones tratan de dirigir el tema a una agresión a la infancia, cierta barra mediática reduce el tratamiento de la corrupción a uno de sus efectos pero el tiempo hará entender las tácticas. Mucha gente ya está dentro del circuito del entendimiento de que combatir a la corrupción no es sólo un asunto de cerrar la llave del presupuesto a manos ávidas, es trastocar una costumbre ya instalada en la cotidianeidad de la vida pública y la actividad total del presupuesto. 

La transición mexicana, la primera, la única será un ejemplo en la teoría de las transiciones, de la toma de las decisiones, de las dificultades de la instalación de las democracias, de los liderazgos, de la educación política de los ciudadanos y, de las resistencias de las oposiciones. 

Esta semana se dieron ante ello dos emisiones de comunicación importantes, el discurso de Querétaro, la 102º conmemoración de la Promulgación Constitución de 1917, que dejó ver que una nueva Constitución sería para “después”. El Presidente sabe que está construyendo una transición difícil pero que está sentando las bases para que otros la finiquiten en una nueva Constitución. El objetivo ahora es gobernar el cúmulo de procesos que ha detonado. 

Y finalmente el discurso de las Fuerzas Armadas el día sábado en donde el mismo Secretario de Defensa anunció ciertos criterios para la Guardia Nacional y el orgullo por formar parte de esa fuerza de paz. Ya esperamos los anuncios del día lunes que abrirá otro proceso difícil. 

la estrategia comunicativa, las tácticas para descodificar la dura esclerosis de la corrupción en el cuerpo social. 

“ La esperanza social y la legitimidad, sinónimos de la emoción y la razón o viceversa  “  Octavio Almada 

@octavioAlmada1

@ElCobanaro 

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