Ante la proximidad de la temporada de cosecha del cultivo de trigo, el Director de Gestión Ambiental para el Desarrollo Sustentable, Juan Carlos Gil Núñez, en coordinación con Salud Municipal, Protección Civil y la Secretaría de Seguridad Pública, exhortó a los productores del Valle del Yaqui a no quemar gavilla, sino incorporar los residuos al suelo y establecer una agricultura responsable que contribuya a una mayor conservación y protección del medio ambiente, así como evitar daños a la salud.
A fin de contrarrestar el riesgo para la salud de los cajemenses, así como los problemas ambientales, durante el programa Diálogo con Cajeme, el funcionario reiteró el llamado a los agricultores del Valle del Yaqui para evitar la quema de gavilla a cielo abierto durante el presente ciclo, la cual está prohibida en el reglamento ambiental en materia de ecología, de lo contrario, podrían ser acreedores a una multa que va desde 100 a 150 Unidades de Medida de Actualización (UMAS), es decir de 11 mil a 16 mil pesos por hectárea de cultivo.
Señaló que con el fin de crear conciencia sobre las afectaciones en vías respiratorias como bronquitis, faringitis y otros cuadros respiratorios que diezman la fortaleza del organismo; ni que decir de otros daños como conjuntivitis, dermatitis y complicaciones por afectaciones asmáticas, se reformó el artículo 130 del Reglamento de Equilibrio Ecológico y la Ley de Ingresos para endurecer las sanciones, por lo que invitó a quienes realizan esta práctica a que no la efectúen por ningún motivo.
“Nosotros en un segundo párrafo pusimos específicamente quema de gavilla, porque en muchas ocasiones, tratando de pelear lo injustificable, decían, ‘es que no dice quema de gavillas´, pero ya se lo pusimos, el nombre y el apellido, y a ese artículo reformado se le añadió un tercer párrafo, el cual dice que es responsabilidad del agricultor mover la tierra para evitar accidentes, porque en muchos de los casos, argumentan que fue un accidente, que no fueron ellos”, explicó.
Esto significa, dijo, que el ciclo de producción no termina con la cosecha, sino que debe continuar con la remoción de la tierra y la reincorporación de la paja de trigo a la superficie de labranza, pues con la agricultura de conservación o incorporación, se produce mayor cantidad de materia orgánica para nutrir el suelo y al reincorporar la gavilla de trigo a la tierra se evita el daño ecológico y de salud en el Valle del Yaqui.
Agregó que, durante la temporada de cosecha del trigo, los verificadores de la Dirección de Gestión Ambiental, en coordinación con Protección Civil, Bomberos y Seguridad Pública, vigilarán las 24 horas el Valle del Yaqui para detectar si se registra la quema de esquilmos, y a los reincidentes se les duplicaría la sanción económica.